miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los hilos del mundo

Si bien no soy muy dado a la visión del mundo alternativa que nos ofrecen los llamados conspiranóicos algunas de sus teorías como la del 11-S son irrebatibles. La existencia de vida extraterrestre es algo demostrado por la ciencia, pero generalmente son extremófilos los que habitan otros lares del universo. La existencia de vida inteligente es algo casi necesario, pero que el gobierno de EEUU nos oculte que han visitado nuestro planeta como en el incidente de Roswell lo veo algo completamente fuera de tiesto.

¿Por qué cuento esto? ciertamente porque cuando ayer escuché a un conocido hablar sobre cómo unas pocas familias controlaban el mundo me picó el bicho de la inteligencia, más conocido como curiosidad. Y es que este curioso personaje que ha estudiado la carrera de economía y ahora trabaja en una pequeña oficina de banco hablaba sobre tejemanejes a la altura de El Padrino y como todos sabemos que la picaresca está presente en cualquier ser vivo del planeta azul no me parecían tan descabellado todo lo que decía.

Animo al lector a observar todo lo que se relatará a continuación con la crítica más avispada y sin tomarlo como doctrina en ningún caso. Pues así lo he hecho yo, pero he de confesar que la preciosidad de la historia me lisonjea y estremece.

-Parte textualizada de la conferencia del señor Louis Brennt a día 17/12/2013-

Debemos comenzar por desmentir que aquellos a los que les damos el supuesto poder sean realmente quienes mandan. Si un presidente ve que su pueblo pasa hambre, ¿por qué permite la entrada de más extranjeros hambrientos? ¿por qué nuestros dirigentes se ponen a millones de personas en contra y sin embargo siguen tomando medidas impopulares que solo benefician a unos pocos? la respuesta es tan simple como que es mejor tener a millones de personas en contra que a esos pocos. Esto es algo que suena desalentador, pero no podemos seguir mareando la perdiz. Con la crisis nos hemos dado cuenta que los gobiernos, mande quien mande, están tomados por el cogote y son meros sirvientes de los poderosos. Las únicas diferencias apreciables entre un gobierno y otro son las medidas sociales tan absurdas como las que tienen que ver con la homosexualidad y otros temas que en el fondo no tienen repercusión sobre el destino del país.
La gente que escarba en la superficie tiende a pensar que los máximos mandatarios son los mercados. Pero eso es porque no tienen ni pajotera idea de lo que es un mercado, esto es cualquier lugar en el que se intercambian bienes por otros bienes o dinero fiduciario. Un mercado por tanto no puede mandar, porque en él convergen intereses contrapuestos totalmente. ¿Entonces mandan las grandes corporaciones? pues tampoco, porque las grandes corporaciones simplemente controlan monopolios, oligopolios o en definitiva el flujo monetario en relación con un bien o servicio. Así que aunque tengan un poder inmenso, necesitan algo para sobrevivir, necesitan créditos para invertir y crecer como el pez necesita el agua para respirar. ¿Quién concede los créditos? los bancos. Si hiciéramos una pirámide ya sabríamos que primero están los cuerpos de seguridad del estado: policía, ejército, servicios secretos... y luego tenemos a los políticos y monarcas. Un peldaño más arriba de la nobleza y el clero podemos encontrar a las grandes corporaciones multinacionales o empresas de carácter monopolístico. Por encima de ellos están los bancos y las cajas de ahorro. Las cajas de ahorro no pintan mucho, pero son el instrumento de los bancos para llegar a todas partes, así que su control y poder es inmenso por dependiente que este sea.  Ahora bien: parece que ya hemos alcanzado la élite de las élites, que no hay nadie más allá de los bancos, que son quienes invierten mediante fondos de inversión, todo el dinero existente en el mundo pero no es cierto, porque esto sería demasiado obvio. Hay quien manda más que cualquier banco u organización, monarca o corporación: los bancos centrales.

No debemos olvidar que el viejo patrón oro ya está obsoleto, ahora el mundo funciona con dinero fiduciario, es decir: dinero que tiene el valor que la gente deposita en él. El dólar es más fuerte que el peso por ejemplo, porque los ciudadanos de cualquier país confían más en realizar operaciones con el dólar, y por ende, este se mantiene estable. Podemos tener una patata y comer, o tener un millón de dólares en billetes que nunca podremos comer. En realidad es la patata la que tiene el valor porque sirve para algo. Pero se le asigna un cambio en dinero y así quien tenía papel ahora tiene todas las patatas del mundo. Pues algo así son los bancos centrales, son los que crean el dinero así que en un mundo capitalista en el que el dinero lo es todo, quien lo crea es sencillamente el amo de todo cuanto existe. Es simple de entender si uno se para a pensar. Se podría pensar que los bancos centrales, que además de crear el dinero tienen poderes inmensos de fijación de intereses y una influencia total en las bolsas; están controlados por los sus respectivos gobiernos. Pero nada más lejos de la realidad.

La moneda más importante del mundo es es dólar estadounidense. Entre otras cosas porque aunque mucha gente no lo sepa, cada euro que se crea tiene que estar avalado por su precio en dólares. Lo mismo pasa con otras monedas asiáticas, así que la Unión Europea, China y Japón dependen del dólar para crear o fabricar dinero. Pero en Estados Unidos no hay un banco central, hay una reserva federal, que es un organismo integrado por cientos de bancos del propio país y algunos extranjeros. Quien controle esto está claro que tiene un poder ilimitado. Generalmente se ha creído que hay familias como los Rothschild, los Rockefeller, los Kuhn Löb que controlan el mundo por su participación en la reserva federal. Pero estas familias son simplemente los emisarios, los ejecutores de la élite mundial. A cambio de ser públicamente atacados y de estar en el punto de mira de teorías tan satirizadas como la de la existencia de unos iluminati, ellos poseen decenas de palacios medievales, trillones de dólares y una influencia tremenda. Las dos grandes familias que son la cabeza visible de la élite mundial, los dos clanes que mediante el club bildeberg o el club de Roma controlan la acción global, los dos mensajeros que pactan actuaciones con otros bancos y jefes de estado son esos dos, los Rothschild en Europa y los Rockefeller en América. Busquen en Google a estas dos familias y en la Wikipedia en inglés, se sorprenderán de todo lo que poseen, aunque les dirán que están en decadencia, es solo una artimaña para distraer la atención y dar imagen de ricos retirados, cuando en realidad siguen en el tinglado. También cabe mencionar a la familia Oppenheimer que controla África en su totalidad. Todos estos clanes tienen su zona geográfica bien delimitada, si bien tienen lazos en todo el mundo, así que aunque haya zonas principales, tienen poder de actuación global. Como podrán imaginar el poder de estas tres familias en la reserva federal es inmenso, sólo superado por las dos familias que están en la posición número uno. Y es que hay dos clanes que están por encima de cualquier Rothschild, Oppenheimer o Rockefeller. Una es la que controla realmente el continente americano y el africano que es la familia Morgan. Dueños y señores de toda la banca americana, desde Canadá hasta Chile. Con el control de toda la materia prima de América, África y Oceanía y con un poder casi ilimitado.
La otra, es la familia Baruch que quizás nos sonará porque Bernard Baruch, el único hombre realmente público de esta familia, fue consejero de cinco presidentes de Estados Unidos. Por eso y porque su familia es la dueña del Standard Chartered Bank. Un banco que controla todos y cada uno de los grandes bancos del antiguo imperio inglés y del nuevo también. Este banco tiene poder absoluto sobre China, Japón, Rusia, Europa, Estados Unidos, India, Canadá, Australia... uno de sus instrumentos más útiles es el HSBC, conocido por todos nosotros como el banco más "importante" del mundo. Los Baruch controlan todos los bancos centrales de aquellos países en los que Inglaterra ha estado presente, como colonia, invasor o socio capitalista. Esto incluye a Estados Unidos. De forma que aquí tenemos una contradicción muy importante, porque la familia Morgan tiene todo lo necesario para controlar EEUU, África y otras partes del mundo, pero la familia Baruch está a la par. ¿Cuál de los dos es realmente el jefe?

Ninguno, y ambos. El control mundial es algo muy complejo, porque se necesita controlar demasiadas cosas, aunque la informática y la era de las comunicaciones lo han aclarado todo, una sola persona no podría con todo, por ello cuando los dos clanes: Baruch que fue quien financió e hizo ricos a los Rotschild y les puso al frente de Europa, y los Morgan que son los titiriteros del homólogo de los Rotschild en América: los Rockefeller se vieron uno frente al otro supieron que era mejor unirse. Cuando no puedes contra tu enemigo, únete a él. Pues esto funciona así, si ambos clanes intentaran dominar al otro, muy probablemente se acabarían haciendo pedazos, el mundo acabaría descontrolado y ellos perderían su poder porque acabarían aniquilados. Entre ellos se cubren las espaldas, pactan las actuaciones a nivel mundial, utilizan a sus marionetas R&R que a su vez controlan a Lehmann Brothers, Israel Moses y otros emisarios de tercera categoría, se protegen en todo momento y van dirigiendo desde un trono el gran teatro que es el mundo.
Financian a ambos bandos de una guerra, endeudan a cualquier gobierno en el momento exacto en que se crea dinero, aplastan cualquier movimiento que vaya contra sus intereses, tejen los hilos, mecen la cuna. Están por encima de cualquier país, reescriben la historia a su gusto, pagan ejércitos privados como la CIA o el mossad para controlar hasta el último resquicio de libertad de la humanidad. Se han apropiado de todos los recursos mundiales, financian desde la carrera espacial hasta los gobiernos de cualquier estado. Su poder es casi ilimitado y realmente, por mucha revolución que se pretenda hacer, ellos sabrán llevarla a donde quieran, si no pueden oponerse a ella, colocarán a topos que acabarán dirigiendo al ejército revolucionario a donde mejor convenga.

Si me preguntan si hay alternativa: NO. ¿Qué deberíamos hacer? Pues señores, en mi opinión deberíamos quitarnos el sombrero ante los Morgan y los Baruch y observar con atención la obra de teatro que se representa en este burdel llamado mundo.

-FIN de la parte textualizada-

martes, 3 de diciembre de 2013

El ansiado premio se derrite

Ansiar algo con demasiado interés puede ser contraproducente. Más allá cuando no lo consigues, y es que: bien sea una licencia para conducir, un trofeo, un premio o un reconocimiento, a veces uno está en ascuas por alcanzar su objetivo, tanto que se acaba cegando.

Perderse la cosas buenas de la vida, perderse el camino y lo que de él se desprende porque nuestro monstruo interior que resulta ser materialista y resultadista nos ahoga con impaciencia es un grave error. A veces es mejor el aprendizaje que lo que se consigue con este, si bien se debería hacer hincapié en una reflexión vitalista casi cuántica: ¿quién se ha otorgado el derecho de juzgarnos? ¿cómo se ha eximido de ser juzgado por nosotros?

Es nuestro deber ser críticos no solo con cada aspecto de nuestra vida, también con los demás y el poderoso influjo anímico que pueden conllevar sus actos o sus opiniones. Tenemos que ser consecuentes, cuando esperamos algún tipo de objetivo: ¡pensemos sobre quién cae la responsabilidad de concedérnoslo! no podemos desfallecer porque alguien no nos haya juzgado desde el prisma más correcto, no siempre se hace justicia pero esto ocurre en muchas ocasiones porque el juez es inmundo.

No podéis aceptar un premio o entristeceros porque no lo conseguís cuando quien lo otorga es un mediocre, una forma de vida tan miserable que no merece otra calificación que la de error asumible de la madre naturaleza. En muchas ocasiones ciertos partidos políticos celebran victorias electorales, aunque ellos saben que hay poco que celebrar pues quien les ha votado no es más que una masa de gentuza maloliente, un auténtico atajo de inútiles incompetentes que, engañados y cegados por su codicia de convertirse en explotadores especuladores de dinero como lo son aquellos a los que admiran y por los que se dejan masacrar y violar; otorgan su voto al más vil de los hipócritas que nunca dejará de ser esclavo y siervo de alguien que se oculta entre las sombras.

Así que si queréis ser dignos, no podéis aceptar premios o darles importancia cuando quien os decide ganadores es un gasto inútil de oxígeno, un error bochornoso de la genética, hay seres vivos que no merecen la calificación de "personas" por mucho que su aspecto exterior diga lo contrario, porque en muchos casos hay incompetentes demacrados de poca monta en puestos "elevados". No aceptéis u os enorgullezcáis de haber conseguido el penoso reconocimiento que otorgan estos seres podridos, tétricos y famélicos mentales, estos pequeños gusanos completamente capados de inteligencia o juicio propio, porque si lo hacéis, os acabaréis pudriendo como ellos.

Sed dignos, tened respeto por lo que hacéis e intentad aplastar con todas vuestras energías al incompetente con inteligencia excesivamente limitada.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Ángeles, la dulzura de la gente

Poema por Frank Tretsch:

La tormentosa noche agitó nuestra barca
el daño fue psicológico
La imaginación te permite conocer el frío
la carne te permite sentirlo dentro de ti.


¿Deberíamos o no deberíamos lanzar nuestra fe a lo más hondo?
Las heridas se abrirían, es cierto
Pero cuando ya no las puedes cerrar... quizá...
quizá sea mejor abrirlas del todo para que dejen de sangrar.

Cree en ti, cree en ti, cree en ti
Nada que añadir
misterios, corazones desordenados
falta de luz en el camino

Depende de ti que encuentres o no
a aquel gladiador que luchó por ti
a aquel que sobrevivió hasta que descubrió que
lo otro no está tan mal, que el otro lado es amargo
pero está tan calmado
El frío sólo es frío al principio, luego tú lo calientas
o más bien absorbe el calor de tu interior hasta que
finalmente, tú eres convertido en frío.

Frank Tretsch: El desamor y la muerte.

jueves, 3 de octubre de 2013

Todo se torna negro

La corrupción, las violaciones, los asesinatos, el dominio mundial por parte de unos pocos... todo ello puede servir como base a cualquier noticia, en cualquier periódico, en cualquier lugar del mundo.
Quizás por ahí venga Dios, la gente ve en las multinacionales y la clase política un dominio mundial que les aterra, es lógico que quien tenga el poder absoluto, aquel que posea la pesada maza de la justicia sea justo. Los humanos somos imperfectos y lo imperfecto nunca puede ser pieza de una estructura perfecta.

Cabe pensar que la infancia representa la parte fundamental, el aprendizaje de la persona, esa etapa en la que adquirirá valores y experiencias que le alumbrarán el camino, como en el resto de animales. Pero en nuestro caso, esto no funciona así.

Cuando nos explican -de pequeños- que si otro niño hace algo incorrecto y somos testigos de ello, debemos dar parte a un adulto para que le riña y le aplique un correctivo no nos dicen que cuando seamos adultos tendremos que olvidar esta lección, porque si otro adulto se porta mal ¿a quién dar parte? ¿a la policía? ¿se atrevería usted a levantar el teléfono y decir que quiere denunciar a un banco? ¿a una multinacional? ¿a un hombre rico? No lo haga, se reirán de usted. Lo cierto es que los malos tienen el poder y nadie puede darles una lección. La injusticia gobierna el mundo y no existe aquel que pueda equilibrar la balanza.

Todos anhelamos un ser que castigue al infractor, una fuerza todavía más poderosa que el dinero y las armas que soluciona los problemas que los propios hombres nos hemos creado. Pero piense por un momento si no sería más lógico que quien estropea fuera quien reparara. ¿Por qué ha de solucionar un ser superior lo que hemos estropeado nosotros? ¿No lo volveríamos a estropear de nuevo? ¿No tenemos lo que nos merecemos?