lunes, 25 de julio de 2016

¿De qué estamos hablando?

Esta es una pequeña reflexión que quería compartir con todos los lectores de esta bitácora. Este lugar no es publicitado en ningún sitio, no me dedico a hacer spam por otros blogs o foros, mi círculo más íntimo de amigos y familiares no saben de la existencia de esto con algunas salvedades.

A pesar de ello y de que me he negado rotundamente a participar en esos contratos amistosos de publicidad mutua puesto que no daría enlaces cuyo contenido no pueda ser descrito como apto y relacionado con el que aquí expongo habitualmente, a pesar de todo ello hemos crecido bastante. Hay cerca de mil visitas diarias, más de cuarenta seguidores habituales y ciertos grupúsculos de amigos que se han formado en este rincón.  He de agradecer a todos y cada uno de los visitantes que han hecho esto posible, yo no pretendo llegar a la fama ni ganar dinero, simplemente presentar un punto de vista que considero interesante y aprovechable para otras personas, a cuantas más llegue mejor, pero siempre desde la honestidad y la veracidad.

Más allá de ese pequeño agradecimiento a todos ustedes, me gustaría dar mi punto de vista sobre la ignorancia actual y el desfase argumental de muchos críticos que por aquí han pululado.

Yo no comparto que el saber tenga que ser adquirido en formatos obsoletos, porque el problema de la sociedad es que prefiere juzgar precisamente por el formato y no por el contenido. Por ejemplificar lo dicho, supongamos que se les presentan dos personas, una de ellas es aficionada a la lectura y la otra, a ver la televisión. ¿Cuál de ellas diría que es más culta o cultivada? ¿Cuál es más curioso e intelectual?

Si ahora les digo que la primera persona opta por novelas de ficción y románticas mientras que la segunda prefiere ver documentales sobre ingeniería y astrofísica ¿seguirían inalterables sus respuestas? probablemente no. Queda bastante claro que los estereotipos se han asentado como bases inextricables en nuestro diario tormento.

Miles de personas se pasan a diario por aquí a criticar el satanismo, a menospreciar toda cultura que no hace referencias al cristo redentor y a oponerse frontalmente a todo avance social que desafíe las leyes dictadas por aquellos que nadie eligió como poder legislativo. La antigua mano dictatorial que pretende mecer todas las cunas que huelan a dinero para imponer unas reglas que solo ellos tienen derecho a saltarse, el rey no es dios, sino la hipocresía más absolutista y autárquica que las letras puedan acertar a describir. Curiosamente, la mayoría de ellas adolecen una carestía total de cultura y de retórica y por dicha causa se dedican, cual loro, a repetir lo que sus amos les han dicho mientras los lobotomizaban. Mentes sin curiosidad que aceptan el camino fácil porque saben que no pueden llegar a cotas de entendimiento medianamente aceptables, mediocres y temerosos avergonzados que se secan las lágrimas junto a amigos imaginarios.

Citas bíblicas se acumulan en comentarios, correos electrónicos y demás medios mediante los cuales aquellos soplones dejan su impronta para recordarnos a los demás, que ellos nunca nos dejarán progresar porque sus mentes cavernarias prefieren seguir como hasta ahora a lanzarse a explorar nuevas sendas vírgenes. Solo cuando estas han sido copiadas de otra fuente, la ortografía y la gramática son aceptables en dichas improntas, pues en cualquier otro caso se puede observar cómo la incultura martillea sus vidas. Pareciere que son infantes de no más de nueve años, no conocen regla alguna en lo que a escritura se refiere, las tildes brillan por su ausencia y la lotería infernal de bes y uves dejaría cabizbajo hasta al más pulcro de los intelectuales. Tampoco conocen bien las mínimas reglas de difusión escrita, utilizan arbitrariamente localismos que rallan la mala educación y se deshacen de cualquier buen gusto a la hora de opinar, apoyándose en las amenazas más viles y en la incansable búsqueda de la ofensa que lleve a la depresión al contrario.

Siempre he pensado que ese tipo de ofensas no busca dañar por dañar, busca ofender y amedrentar para que alguien más comparta el sentimiento con el que conviven cada día. Inaprovechables patanes que son la muestra de cómo la institución que los gobierna consigue su objetivo: asustar a los necios para ponerlos a sus servicios mientras que los capan para que no piensen por ellos mismos.

A veces me planteo si todo el mundo tiene el mismo derecho a la vida, hay gente inhumana, cruel y gente tarada y demente en un extremo, y en otro, gente que piensa por sí misma y trata de avanzar mientras que cuida de los suyos. No hay nada más injusto que tratar por igual a los que son diferentes, ¿realmente es justo y bueno nuestro mundo? Si todos fuésemos iguales, la biología probablemente nunca hubiera existido, si acaso, la parte relacionada con la medicina.

Seamos honestos: ni ustedes ni yo vivimos agusto rodeados de mediocridad, de mugre, de escoria. Pero pueden estar tranquilos, ¿saben toda esa gente que muere por hacer estupideces? sí, esa gente que por hacerse una foto de ellos mismos se juegan la vida, o aquellos que cometen temeridades a cambio de cosas banales y vacías. Tengo la confianza de que es la propia naturaleza la que depura sus creaciones, Así que no sufran, porque más tarde o más temprano, todo ese rebaño será exterminado: se agotan los recursos naturales, sobra gente y todos sabemos quiénes son más prescindibles. Que baje ahora su amigo imaginario a salvarles de su destino.