lunes, 29 de junio de 2020

¿Se hace el mundo más pequeño cuando mueres?

-Pero el tiempo vuela maestro, la vida no es más que una carrera rápida hacia ningún sitio, motivarse así en un viaje a ninguna parte resulta harto complicado. Esto va más allá de cualquier experiencia, entienda lo de más allá como una metáfora que se encuentra fuera de toda sospecha, como una forma de traer al mundo terrenal un concepto que es inédito en la humanidad, pues de no serlo, existirían palabras para definirlo con exactitud.
Piénselo por tan solo unos segundos, ¿cómo voy a tener miedo a la muerte si esta me llegará irremediablemente? ¿por qué no adelantar a voluntad ese momento y decidir por mí mismo cuándo sucederá? podría en un pestañeo acabar con los sistemas físicos que me sostienen del lado de lo real para viajar al mundo espiritual. No le habla la depresión, sino la duda razonable de todo ser vivo, o que al menos se siente como tal.

-Esa argumentación llega tarde, no porque la haya escuchado miles de veces, sino porque me produce cierta congoja observar cómo salen de tus labios a una edad tan tardía. Cuando yo era un muchacho, toda persona cabal interpretaba la vida tal y como tú la acabas de revelar. Quizá tenga algo que ver con el aumento de la esperanza de vida. No sé. De cualquier modo, te voy a decir en qué punto ese argumento se convierte en un sofisma. Y es que desde el instante en el que quieres decidir sobre tu vida, sobre el fin de esta más bien, tu cosmovisión se derrumba por completo.
Entiende que eres parte de la naturaleza y que el suicidio, como tú veladamente planteas, no es más que la prisa por resolver ese puzle que tanto aterra al hombre inteligente. Si realmente no existiere nada más allá, en ese caso, estarías malgastando un tiempo verdaderamente valioso, aunque sólo sea útil para obtener placer. Si el placer existe es porque la naturaleza quiere que lo obtengas, te ha diseñado alevosamente para que lo busques sin descanso, te da una señal verdaderamente divina y excluyente que te muestra el camino a seguir.
En caso de que sí exista algo más allá, ¿cómo defenderás tu fatal decisión? ¿podrías verdaderamente no arrepentirte de haber quemado una etapa de forma prematura? ¿cómo argumentarías ante los que se encuentran en ese otro lado que tú desprecias aquello que ellos tanto valoraron y en tal alta estima tuvieron durante toda su etapa vital?
Sea como fuere, la realidad es que la naturaleza te ha adiestrado para obtener placer, por lo tanto, ya que tiene poder de decisión sobre tu existencia y sobre la de todo lo que alguna vez conocerás, deberías obedecerla. Te estoy mostrando al dios que tanto ha buscado la humanidad.
Si tan solo somos seres condenados a replicarse en un experimento sádico en el que lo único que importa es cuánta descendencia tienes y luego eres borrado de toda existencia, y por consiguiente, privado eternamente de cualquier tipo de percepción, que es lo que realmente te asusta, ¿no merece la pena disfrutar cada segundo y seguir el curso de la naturaleza? ya sabes cómo han acabado todos los pueblos y señores que se han opuesto a la naturaleza, esos sufrieron y fueron masacrados, ya sea con un cataclismo o con un deseo de suicidio permanente. No seas como ellos, no te conviertas en tu maestro, pierde todo miedo y vive cada día a sabiendas de que tal vez sea la última página que escribas; la última función que representes. ¿La transcendencia? en el universo todo perdura eternamente: cada gesto, cada gemido viajarán hasta el confín de la creación en diferentes momentos. La transcendencia es intrínseca a la existencia.

Vende mi alma - Athanatos