viernes, 25 de mayo de 2018

La fuente de toda vida

¡Báñate en esta fuente me imperaron!
Pasé años escudriñando cada lago, cada río
Como fuente de inspiración fui a la India
Sólo es una mentira más de los británicos
Allí sólo se maquilla la miseria y el hedor
Flores en el agua, cadáveres flotando

Me lancé a espigar por donde no brilla el sol
Hacía años que no lo veía de hecho
La luna a veces es mala conmigo
Me encandila pero siempre se va
Un estallido en la piel: primero dolor, luego placer
Seguí trazando un camino errático

La vida me llevaba de un lugar a otro
Como síntomas sin enfermedad
Como luces atrapadas en la gravedad
Resonaban mis anhelos en el más allá
Sin nada que agradecer
Pero todo era gracias a ello

Supe que podría con cualquier cosa
Siempre obtienes lo que mereces
Nunca se es suficientemente puro
¡La muerte! la muerte es justa
Justifica todo acto contra ella
Nos iguala a todos los seres vivos

Uniforma la materia orgánica y la inorgánica
Equipara el dolor con la liberación
Se lleva todo lo perverso
aunque toma todo lo indulgente

Desde la dulzura de sus labios
a la dureza de su cráneo
Desde la felicidad del conjunto
hasta la miseria del desencuentro

Nada hacía pensar
en un eterno fulgor
que ese brillo
que ese brillo se apagaba
Nada es y nada será

Pensé entonces que: a pesar de todo lo pernicioso, había valido la pena el trayecto. Nos pasamos la existencia buscando la muerte, pensamos que todo irá a mejor mañana, que el tiempo todo lo cura y lo perdona. La muerte siempre es positiva.

¡Una palmada en el pescuezo!
Mojado me hallaba
En la eterna fuente
Por fin puro
De mi propia sangre.

Justin Feldo - La fuente de toda vida