sábado, 20 de enero de 2018

Sigue pensando acerca...

Siempre ha estado ahí, en cada colina y en cada barranco, la providencia nos guía siempre aunque no sepamos bien qué es.
Nada entiendes si él desea instruirte, como meros animales que somos, la recompensa por actuar de acuerdo a sus parámetros y el castigo por desviarnos del camino. Dios funciona así, pero su dios no es Jehová pues Dios no tiene nombre, no uno que podamos generalizar.
La experiencia religiosa es una conexión maravillosa y única tan inexplicable como profunda entre una persona y la más pura de las luces.

El satanismo se opone a la iglesia pero no a Dios, todas las religiones fallan en aprovecharse de la misera y ofrecer un consuelo sesgado a cambio de pecunias, la realidad es que Dios no pide limosna, no castiga mediante la flagelación ni advierte el ocaso. En los momentos cruciales la providencia examina y compara, aquellos que a él se dirigen y escuchan la respuesta, aquellos que sienten y son capaces de discernir la actuación del todopoderoso, que castiga la piedad hipócrita y premia la ayuda de corazón, que penaliza a quienes ayudan a malas personas y endulza la vida de quienes tienden su mano a los que verdaderamente a nadie hieren.

Dios es Satanás, Satanás es Dios, cada nube y cada desierto, cada estrella y cada galaxia, cada instante y la propia eternidad. Nada en el todo y todo en la nada, las dos fracciones de universo el blanco y el negro, la creación y la que nunca será creada se debaten entre dos parámetros, existe el bien y el mal, existe la luz y la oscuridad y en cada momento hay algo por arriba de todo ello, una fuerza superior inexplicable que nada tiene que ver con descifrar la realidad, que va más allá de clasificar, investigar o descubrir.

Sé una persona mejor cada día, pero no promuevas la mendicidad. Crece de espíritu pero acrecenta el de los demás, no desfallezcas en la creencia propia, pues por mucho que temas, en cada momento que le convoques acudirá, pero entonces serás juzgado y sólo mejorará tu suerte si eres puro, si crees de verdad, sino, todo irá a peor.

Anónimo