jueves, 14 de abril de 2016

Primer premio internacional de poesía satánica ¡Enhorabuena a Jordi Sants!

Hoy un barcelonés se ha proclamado ganador en el concurso internacional de poesía satánica. Es un orgullo para mí porque lo conozco personalmente y sé que sigue este blog, así que le he pedido permiso para publicar el poema ganador. Aquí lo tenéis, aunque el original está escrito en inglés y ha perdido rima, sigue siendo impresionante.

Es tan grave que no puedo escucharlo,
es el eterno gruñido de todos los animales,
todo el universo ruge al unísono y ese tono
tan inapreciable hace vibrar todas las almas.

Concéntrate y quizá podrás viajar al mismo
mundo al que vas cuando sueñas.
Ese mundo onírico que no es más que tus
actos en una dimensión paralela.

Cada partícula de mi ser se relaja,
rompe sus cadenas y se deja dormir
aunque solo sea por estos mágicos
instantes.

Pueden llamarlo cielo, valhala o bien
decir que han alcanzado el nirvana.
Es simplemente la relajación absoluta,
cuando vida y muerte se confunden.

La última frontera queda traspasada.
No hay duda de que la vida y la muerte
están conectadas por el infinito,
la muerte no es el fin, es otra etapa.

Ni el más caliente de los infiernos
puede incinerar la vida, la alegría,
el gozo, la ilusión, la tristeza y
el amor.

Todo permanece en este universo,
aún retumban los ecos de los dinosaurios
las imágenes y sonidos de la Tierra
primigenia siguen latiendo lejos.

El sonido y la luz viajan rápido,
nunca alcanzan la infinitud del cosmos
y es por ello que todo permanece,
todo queda y todo subyace.

Tu vida no puede ser en vano,
siempre concentrado.
Haz lo que escuches,
el universo te guía.

martes, 12 de abril de 2016

Capítulo quinto: Hay demasiado océano

Ya escucho los cantos de sirena
puede que sean una ilusión para ti.
Hay demasiado océano, demasiada agua,
demasiadas estrellas, planetas...

¿No puedes comprenderlo?
En este universo mágico, misterioso...
todos los secretos son revelados pero
sigue existiendo un telón que no deja ver
todo el entramado.

Podrías nadar por años y nunca notarías
el sollozo incesante, las gotas de agua
que caen sobre tu nuca, te has acostumbrado
tanto a ellas que ya no las puedes sentir.
Es vibración en tu piel.

Qué tiene de bello todo esto si no puedo sumergirme en tus cenizas. El mar es la eterna tristeza, es demasiado misterioso porque nadie puede comprender de dónde salió tanta agua. Quizá una parte de ella, pero no puedes discernir cuántas lágrimas han caído en este charco inmenso que solo es uno, no puedes comprender el porqué de cada llanto, no puedes tragar con tanta angustia tú solo. Así que abandónate a tu suerte, deja de remar por una vez y dejemos que esta increíble noche estrellada nos atrape. Ahora que solo somos uno dejemos que el brillo del infinito nos alumbre, que las a veces calmadas y a veces enfurecidas aguas nos mezcan por siempre. Si pudieras escucharme un solo segundo te diría que no me importaría morir en este lugar.

Puedo sentir cómo floto, de alguna manera he abandonado el miedo, sé que se acerca el fin pero no necesito tratar de evitarlo, ser un náufrago tiene demasiadas ventajas.

De lugar a lugar saltando.
No me atrevo a bucear.
Estas olas invisibles me guarnecen
de la más hostil de las deidades.

Cuando el hombre conoce la soledad,
el hombre conoce al hombre.
Tan feliz y tan absorto ahora escucho
la tormenta.

Viene a matarme, me atrapará.
Me alzaré y gritaré a todos los vientos:
¡La tormenta de mi corazón es más
fuerte que cualquier estruendo!

Destruye todo lo que soy, pero no
todo lo que fui.
Acaba con esta danza mortal,
no temo al agua ni al viento
sino al estruendo que anuncia
que el gigante me ha aplastado.


Mark Kerkel - Capítulo quinto: náufrago.

lunes, 11 de abril de 2016

Mark Kerkel - Entre dos ríos

Todos estamos condenados a muerte
no hay nada más cierto que ello
Por mucho que nades siempre te ahogas
tu energía desaparece, no te escondas.

Ya escucho a la muchedumbre confundida
quien no conoce a su verdadero enemigo
nunca vence, nunca toma la iniciativa.
Manejados, luchan contra el chivo expiatorio.

Has llegado hasta aquí, has dormido en las cavernas
retumban los ecos de la venganza, de la ira y de la disolución
casi se muere la sociedad pero encontraron un nuevo líder
un nuevo mentiroso, ya tienen a quien hacer responsable
de sus errores y de sus malas decisiones.

Cuando decides caminar por la nieve sabes que
te mojarás hasta las rodillas, sollozas y ruegas calor
pero el calor derretirá la nieve, piensa bien tus deseos
no es fácil adquirir poder y no ahogarse en él.

En este mundo idílico de alcohol, drogas y soledad
casi nada reluce, pero todo brilla.

Mira ese líder lejano al que debes masacrar
ábrelo en canal, mutílale cada miembro,
utiliza una cuña en sus uñas.
Clava agujas en sus ojos,
Hazle pequeños cortes, causa pequeñas quemaduras,
secciona sus órganos sexuales,
daña su estómago.
Hazlo rehén y hazle comer sus propias heces,
rómpele los dientes con sus rodillas amputadas.
Nunca le dejes morir.

Mark Kerkel - Entre dos ríos