martes, 10 de mayo de 2016

Anna, mi águila

A quien me mande la respuesta por email o la deje en los comentarios le obsequiaré con un premio: ¿Qué significa este poema?
Solo os dejaré algo de información:
El césar es un poeta que manda sus poesías a un medio satánico donde solo los grandes "gurús" podemos acceder, vivió una vida desdichada en algunos sentidos pero tuvo suerte de salir adelante aunque se valió de mentiras y de su inteligencia para poder salir a flote. Acabó amando a una mujer, algo que parece positivo, pero esta era tan buena que nunca pudo amar a ninguna otra.





Muchos años han pasado
desde que te vi por primera vez.
Tantos bosques cruzados
Tantos ríos sublevados

Caminaré por las llanuras
Aquel día tan especial
Tú eres mi mejor borrachera
Aupada por el amor
Sometida por el destino
Yaces en el yermo
Me desnudo
Moriré a tu lado.

Sin ti yo no puedo estar
Qué se siente al estar solo
Si quiero morir solo lloraré
En estas tierras rojizas lloraré por siempre

Nada me sirve ahora mismo
Cómo voy a seguir viendo
El camino está oscuro
sin la claridad de tus ojos.

¡Oh! ¡Me duele tanto!
No tenerte a mi lado
No seguir caminando
por mi camino
mientras apoyas tu
cabeza en mi pecho

Apenas noto el pasar del tiempo
El manzano se muere Anna
El manzano se muere sin ti
Mi dulce princesa que una vez
fuiste pero ya no eres más

Es el ruido más contundente
que yo haya escuchado
Parte a la montaña
y destroza mi ser

Cuando todo parece estar claro
la noche lanza un velo al suelo

Cuando tú estabas por el día
yo veía y por la noche tú
me alumbrabas
Ahora que no estás tú
por el día me confunden
las nubes y por las noches
ya nada alumbra mis pasos

Todo lo que vivía murió sin ti
No oigo a los pájaros piar
No noto el temblor del suelo
al rugir la bestia

No hay creatividad sin dolor
porque la creatividad es una vía de escape
Porque para escapar del dolor se necesita creatividad
Porque el dolor solo escapa a quien verdaderamente tiene creatividad

Déjame volar solo por esta vez
Aún sin el calor de tu amor
Aún si la protección de tu regazo
Déjame morir esta misma noche

Si muero y vuelvo contigo
será mejor que seguir vivo
Si muero y no voy contigo
será mejor que no vivir sin ti

Aquí llega la resurrección
Te amo tanto que en cada
mirada te busco
Te deseo tanto que en cada
sueño me muero

Sin ti ya no soy yo
me cuesta cada vez más
el mero hecho de respirar
En el agua hasta el ser más
tosco resulta grácil
¿Que cómo canto tan bien?
Porque mi musa está aquí
tú siempre estás presente mi Anna
Ojalá nos veamos pronto
protegida por la deidad
la princesa de las nieves.

Oy et otisecen - El césar


lunes, 9 de mayo de 2016

¿Por qué esa indiferencia?

No logro entenderlo por mucho que recapacito en torno a ello. Esa pasividad, esa actitud parsimoniosa y despreocupada que parece hacerle invulnerable a los golpes de mar.

Puede sentir el calor que desprende el templo en llamas en su espalda, puede notar cómo el húmedo frío le penetra y le arrebata el aliento y hasta puede percibir cómo las lágrimas le empapan los pies.

Ni con todas las erupciones del mundo él se moverá, su voluntad de hierro y su falta total de miedo aún viendo cómo la tierra se abre y trata de tragarlo.

La lluvia cala en él pero no consigue llegar hasta esa hoguera interior que le ha mantenido caliente durante siglos, solo tiene que cerrar los ojos para hacer desaparecer la mismísima existencia.

Lo que me enamoró de él es su paz interior, pero odio que no reaccione ante nada. Transmite calma que consigue desesperarme, esa apatía llama mi atención, estaré siempre enamorada, siempre o hasta que me haga caso.

Azucena contra Gabriel Vol. I - Enamorada del iluminado.

E-mail de contacto

En esta entrada solo quería informaros de que los antiguos servicios de correo electrónico han caducado y por lo tanto, el único que queda activo es domtblog@gmail.com.
Gracias por vuestra atención.

domingo, 8 de mayo de 2016

-Es la niebla que no te deja ver más allá.
-Pero... ¡Maestro! Ella quiso tomar lo mejor de mí.
-Ella solo quería y pedía un último beso. Ahora se desvanece con la sal del mar y nunca volverá.

El maestro seguía recriminándome mi comportamiento obsceno, pero ella acariciaba mi pecho con sus orejas y yo sabía que el latido de mi corazón no estaba ahí para calmarla, sino para mi propio beneficio. Hay algo que nunca entenderé, cómo puede llegar a ver a la dama blanca el maestro.

Desde que era apenas un niño ella siempre estaba ahí, pidiendo un último beso, uno que yo nunca recordaría. Ella era el pasado para mí, pero no podía existir sin mí. A cada paso que di ella estuvo ahí acompañándome, felicitándome por cada gesto, por cada momento; disculpando cada fallo y engrandeciendo cada acierto. Pero yo la dejé atrás. La dejé por carne, solo me interesaba la carne aunque estuviera envenenada. No podía aspirar a menos.

Cada caricia, cada abrazo, cada momento íntimo y cada cambio de forma que ella sufría, ese olor a noche tan penetrante y tan placentero. Esos golpes de mar que me helaban el pecho, esa cabeza ardiendo que lograba hacer hervir mi sangre. Aquellos malos tragos que malograban lo maligno que había en mí, la maldad de mi ser.

Quien se acerca a la orilla puede sentirlo, es la soledad del marinero, la destrucción total.

Cada vez que ella no pueda dormir yo estaré a su lado para susurrarle esta canción.

Mark Kerkel -  Capítulo décimo