miércoles, 31 de agosto de 2016

La aceptación del camino real

A veces en la vida nos topamos con obstáculos y celadas que no nos facilitan en absoluto la consecución de un objetivo concreto.

Por ejemplo cuando pretendemos entrar en una empresa a trabajar y eligen a otro candidato porque tiene relación con algún empleado que ya está dentro o cuando estudiamos/trabajamos en algo que no nos llena simplemente por complacer a otros o bien porque sabemos que hay una conveniencia pecuniaria difícilmente omitible.

En esos momentos uno acaba acumulando presión interna y dando una imagen a los demás de relajación y bienestar que no se corresponde para nada con la realidad, probablemente conozcan estas sensaciones, pues son muy similares a las que uno tiene en la escuela o instituto en el momento en el que las asignaturas que no están relacionadas con el futuro laboral, ni con los intereses particulares de uno nos ocupan el tiempo.

¿De qué sirve que un científico conozca nombres de escritores ya fallecidos? seguramente de nada, es un tema de "cultura general" esas dos palabras han privado a miles de posibles médicos de acabar la educación obligatoria, ya que se frustran antes por verse obligados a tragar con lo que les disgusta y no se les da bien. Hay personas que indirectamente no han tenido acceso a la sanidad por este motivo, suena falaz y ventajista pero no está en una línea argumental muy diferente de aquellos que sostiene que un médico debe saber pintar floreros con acuarelas y conocer los fundamentos gramático-léxicos del griego antiguo ¿no creen?

Sí, están en lo correcto: no es la primera vez que dejo entrever esto, quizá es demasiado insistente mi exposición sobre ello, pero es que si realmente lo piensan esto es algo que nos afecta a todos diariamente. ¿Cuántas personas han sido condenadas a una vida miserable solo porque no sabían superar un obstáculo que de nada les servía superar?  ¿Cuántos cerebros brillantes hemos castrado porque no sabían jugar a un deporte determinado?

Aún con relación a la entrada anterior, lo cierto es que por más que reflexiono no veo la salida, cada día nos hundimos más en la mugrienta trampa que nos han tendido para evitar que escalemos hasta la cima, una cima que acoge y es morada por aquellos que ponen las trampas.

El mundo está en claro declive, las culturas ancestrales son meras atracciones turísticas, ya no hay diferencias entre unos países y otros dentro de la misma región, los idiomas son víctima de la glotofagia y todo lo que nos diferenciaba y nos enriquecía ahora es tachado de xenófobo, clasista y mientras, esa misma xenofobia y ese mismo clasismo son herramientas fundamentales para acabar con las sociedades de todo el mundo y llevando la delincuencia y la corrupción por escudo ante cualquier revolución.

Si no quieres xenofobia tendrás corrupción y viceversa. No nos damos cuenta pero el fin del mundo hace décadas que comenzó, de hecho, el primer acto oficial del apocalipsis fue la revolución francesa.