Los Satanistas no rezamos, odiamos ir a templos sagrados... así que de algún modo necesitamos dar rienda suelta a nuestra imaginación, reflexionar sobre los distintos asuntos que nos importan o profundizar en aquellos que nos atormentan o causan curiosidad.
Para esto, utilizamos la meditación, hay diferentes técnicas extraídas del budismo, taoísmo y otras religiones orientales, milenarias.
Podemos encontrar mil y un ejemplos de que funcionan, de que hay gente con capacidades increíbles, aquí, trataré de explicar la meditación para lograr como objetivo final, la reducción o incluso la eliminación del stress, la solución a problemas y algunas enfermedades y mucho más.
En primer lugar, necesitamos un espacio que vayamos a dedicar sólo a la meditación, puede ser un rincón de nuestro cuarto, por ejemplo, muchos de nosotros, en situaciones extremas, nos escondíamos de pequeños debajo de la cama, en el armario o en un rinconcito al cual otorgábamos el título de búnker personal. Este sería un lugar ideal.
Es necesario que tomemos una ducha, un baño o cualquier cosa con tal de estar limpios, al igual que el lugar donde vamos a meditar; también vestir ropa cómoda. Procuraremos que no haya cortinas rojas, o cualquier otro color llamativo, lo ideal es un color verde, azul marino o rosa pálido. Nos sentaremos en posición de meditar (con las piernas cruzadas, una encima de otra; igual que un budista) o en caso de no poder, lo haremos de rodillas como si fuéramos a rezar.
Una vez hecho esto, hay que cerrar los ojos e imaginar que la luz es energía, que entra por nuestro cuerpo al respirar, cuando la expulsamos y volvemos a tomar, hacemos pequeñas "recargas". También hay que hacer vibrar nuestro cuerpo, cuando se dice aquello de "ooohhhmmm" es por el hecho de que notas como tu cuerpo entero vibra, especialmente el pecho. Así que esto será lo que haremos, hay que intentar sentir la sangre fluir, los pulmones, el estómago...
Primeramente, movemos el cuello suavemente para liberar su tensión, y bajamos. Seguimos por los hombros, los codos, las muñecas... para notar como hemos recargado todo el cuerpo.
Durante todo este proceso, solo habremos pensado en nuestro cuerpo y sus movimiento, o lo habremos hecho mal. Este proceso durará de 5-45 minutos según cada uno.
A continuación, ya estamos relajados, libres y sin tensiones, es hora de recorrer el cuerpo con suaves caricias con la yema de los dedos, principalmente por el pecho, subimos por el cuello hasta detrás de las orejas, donde aplicaremos un suave y placentero masaje.
Por último, podemos acabar la meditación, esto habrá sido un ejercicio fantástico de relax, o si queremos, podemos seguir al siguiente paso.
Ahora, hay que pensar en nuestros problemas cotidianos, pensar en como los vamos a solucionar, en porqué se han producido, las diferentes soluciones con sus pros y sus contras... Lo esencial de esto, es que lo que decidamos, lo hagamos, porque si no, sentiremos que meditar no sirve de nada. Si tomamos la decisión de cambiar de compañía de teléfono mientras meditamos, ya que nos causa problemas, hay que hacerlo cueste lo que cueste. Eso sirve de perfecto ejemplo, ya que en mi caso fue así.
Una vez planteados nuestros problemas, podemos empezar a pensar en lo que queramos, bien en si la democracia sirve para algo, bien en un nuevo invento o en una nueva receta, el hecho es pensar sólo en eso, sin nada que no enturbie, en caso de que se cuele algún pensamiento, hay que gritar ¡Fuera!, acto seguido, dejar la mente en blanco y volver a empezar a pensar tras 3 minutos.
Hasta aquí, habremos meditado sobre temas importantes, tomado decisiones y soluciones a problemas y eliminado parte del stress, si hemos pensado en que nos lo cause y cómo solucionarlo.
Esto, hecho diariamente, puedo garantizar que sienta mejor que un psicólogo, y es más barato.
Nota:
Se puede utilizar velas aromáticas, incienso, cojines blandos, ropa de cualquier tipo o desnudos, música tranquila, aunque para novatos, recomiendo silencio o melodías básicas de flauta dulce.
Si utilizamos trompetas o melodías relajantes, nos distraerán.
Finalizo diciendo que
NUNCA se nos pase por la cabeza utilizar auriculares o cosas por el estilo, esto es una locura, en un estado en el que estamos tan introvertidos e inmersos en nosotros mismos, tener algo que tapone los oídos emitiendo sonidos, no hará sino, distorsionar nuestros pensamientos y ponernos nerviosos por que nos causarán picores y molestias.