lunes, 25 de mayo de 2009

El Infierno Interno

Un duro golpe, un destello final y se apagará la luz para siempre, mil formas de dar el paso, ninguna de regresar. Sentirás como tus piernas están congeladas en un pequeño mar de aguas podridas, ya no habrá luz que ilumine tus pasos, la soledad y el vacío interno se apoderarán de ti.

Entiende que sólo vas a escuchar los llantos, lamentos y gritos de dolor que allí conviven junto al miedo y la soledad. No intentes encontrar a nadie, si tocas algo te arrancará la piel o te atravesará los ojos con algo punzante hasta que sangres y pueda despellejarte para luego devorarte.

Sentirás que ya nada tiene sentido, que estás muerto, alejado de toda luz y de toda compañía humana, pregúntate dónde vas a dormir si no te puedes acostar, de qué sirven los ojos si no hay nada que ver, de qué te sirve la razón si no hay nada de lo que dudar ya.

Notarás como las frías manos del desamparo te van consumiendo, cómo tu vela se va apagando y cuan desgraciado eres de estar en ese infierno negro que se ha comido tu vida, tus sueños, tus anhelos, tus recuerdos...

Ya no queda nada, sólo muerde y araña todo lo que encuentres a tu paso, intenta ahogarte en el agua podrida, grita, corre, llora pero nunca dejes de lamentarte, pues todo en lo que creías ha desaparecido.

No te lo preguntes más, esto es el fin, es el fin de tu historia.

Mark Kerkel, "Mundo Nuclear - El Infierno interno"

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