Primeras veces

Dedicado al gran número de personas con dudas de este sitio, que me envían e-mails a los que respondo encantado, no sin antes recordar que este sitio puede herir la sensibilidad de gente sensible y que no es recomendable para menores de edad.

Y es que, en esta bitácora siempre ha habido y habrá (espero) parte de mí, de mi alma; quería algo más personal que la antigua, algo que fuera auténtico, no sólo información cual panfleto, sino, también una guía llena de experiencias personales, que es de lo que se aprende, de eso y no de clases por desgracia.

Entrando al tema, el otro día, fui con una pareja a la playa, eran Jose y su "nueva novia". Los que sigan este blog sabrán quién es Jose:
http://carvingsatan.blogspot.com/2009/05/sobre-mi-vida-iii.html

En resumidas cuentas, nos llevamos algunas de las cosas que utilizábamos para nuestras misas negras y rituales satánicos, aunque no hicimos nada significativo, pero aquellos olores, los ojos iluminados de mi camarada al encender una hoguera, todo aquello me recordó la primera vez que hicimos los dos una ouija. Esta entrada está dedicada, como ya he mencionado, a esa gente que está teniendo sus primeras veces en todo, supongo que quizá habrá más entradas de esto para intentar explicarlo todo un poco mejor, allá vamos.

¡Qué nervios! eso es lo primero que uno recuerda, luego llega el "pero al final todo fue bien", o el "salió de una manera muy inesperada, lo pasé mal, pero ahora me hace gracia". Bien, una buena experiencia se disfruta, de una mala se aprende. Hay que partir de esta base siempre, de hecho, ha habido primeras veces para todo en la historia; toca hablar de esas misas negras y las introducciones en el mundo satánico, de pérdidas de virginidad o primeros besos ya hablaremos en la siguiente entrada.

Es ciertamente sencillo hacer una misa negra, cosas de ese tipo, sólo necesitas velas y cosas muy fáciles de conseguir, además, en este blog se explica de una manera bastante masticada el cómo. Pero claro, resulta difícil, porque la vergüenza de hacer algo tan atípico delante de otras personas, o el simple hecho de hablar con un muerto o con el mismísimo demonio para quien crea en él, resulta muy poco reconfortante.

Yo quisiera decir que, aunque es un tema muy serio, de todo hay que reírse en esta vida, tened claro que hacer cosas de éste tipo con personas desconocidas nunca sale bien, es mejor hacerlas con un amigo que haya accedido voluntariamente, y que de verdad esté interesado en el resultado que esto pueda dar, seguid las guías de esta bitácora. Recuerdo que la primera "misa negra" que hice fue en la casa del pueblo de Jose, estaba una amiga nuestra, y los tres, habiendo leído infinidad de relatos, cuentos y libros nos dispusimos a empezar. Leí yo toda la parte de invocación, fue un poco largo, y no podía evitar sentir que las dos personas que allí se hallaban estaban clavando sus ojos en mí, al igual que parecía que el infierno estuviera cerca, pues si nos oían los abuelos de Jose, se nos iba a acabar el paripé.

Una habitación pequeña, oscuras, llena de velas negras, un pentagrama dibujado con sal y rociado de aguarrás para que se quedara espeso, un olor penetrante, una biblia negra y tres adolescentes vestidos de negro para la ocasión; hubieren sido objetos de sorpresa y de correspondiente castigo por parte de cualquier adulto.

Pero ahí estaba yo, leyendo el manuscrito incrustado en un libro, de pié, con mis amigos escuchando mientras intentaban fingir una ausente tranquilidad. No salió mal, si bien fue menos de lo que esperábamos, efectivamente, ahora nos reímos mucho de aquella situación.

No ocurrió nada fuera de lo común, aunque la limpieza del lugar fue un quebradero de cabeza. Es ese tipo de vivencias que siempre se recuerdan y que con el tiempo te enriquecen, nunca tengas miedo de nada, porque tu imaginación siempre es peor que la realidad, y porque no vas a morir tan fácilmente como tú crees.